El modelo de éxito alemán
La revista estadounidense “Time” resumió recientemente el éxito de la economía alemana de la siguiente forma: muchas empresas en Alemania se especializan en el “sector no sexy del espectro industrial”, nada de smartphones o iPads, sino máquinas, piezas de repuesto y equipamiento pesado.
Seguramente, muchas empresas alemanas, por ejemplo los fabricantes de automóviles o el tercer distribuidor de software más grande del mundo, harán hincapié en que sus productos, sin duda alguna, pertenecen al “lado sexy”. Sin embargo, en términos generales, el análisis concluye que el motor de crecimiento de Alemania se compone, fundamentalmente, de empresas industriales productoras de bienes altamente especializados. La industria es y seguirá siendo una base fundamental para el bienestar, por lo que, con su alto porcentaje industrial, la economía alemana está bien posicionada a escala mundial.
Los bienes de tipo industrial representan la mayoría de la exportación de bienes alemanes. En muchos ámbitos y en un gran número de mercados, las empresas alemanas son líderes mundiales en exportación. Este es el caso, por ejemplo, de las denominadas tecnologías verdes, es decir, productos en el ámbito de la protección del medio ambiente y del clima. En un sector tan prometedor como lo es el de las energías renovables, es decir, la energía fotovoltaica, la eólica y técnicas más eficientes para centrales energéticas, la economía alemana dispone de una alta participación mundial.